miércoles, 18 de abril de 2012

El pimp, la hoe y los dawgs: un mito barthiano


Los mitos según Barthes desmoronan falacias. Por medio de observaciones detalladas y profundas (con un toque sarcástico), develan que un hecho presentado como natural en realidad es una articulación de situaciones históricas.


Me parece que el fenómeno del pimp, la hoe y los daws se presta para ser visto bajo la lupa barthiana.

Desde hace un par de años, cuando, por equivocación o por aburrimiento, uno ponía el canal de MTV, Much Music o TeleHit (¿todavía existe?), era altamente probable que en los tres se vieran, al mismo tiempo, videos de LL Cool J, Lil’ Kim, Snoop Dog, 50 Cent, Lil’ Wayne o cualquier otro, cantando y bailando entre bling-blings, mujeres voluptuosas, sudorosas y semidesnudas, autos ‘tuneados’, guaruras enormes y de fondo, una fiesta de la block o un loft VIP. De esta manera, tenemos una interesante mezcla de pobreza y lujo, ingenio y monotonía (más o menos se puede establecer que esa es la temática general del hip-hop y el gangstah-rap estadounidenses).

Es como si la condición del negro (perdón, afroamericano) aún se definiera por su marginalidad, tanto en lo económico como en lo social.

Ejemplos como los anteriores nos muestran lo que es el actual “black american dream” (Martin Luther King y Malcolm X se quedaron un poco atrás, según parece): teniendo orígenes humildes, el negro es consciente de su estatus y entiende que la única forma de trascender es cantar o bailar su camino hacia una vida de éxito (en el más puro sentido capitalista), en la que finalmente será ‘alguien’: podrá dejar atrás el asqueroso y violento hood; tendrá dinero y fama, lo cual, a su vez, acarreará respeto.

Ahora, observemos el asunto con más detenimiento: para promover y mantener su imagen, el “artista” afroamericano, debe demostrar que viene de los barrios más bajos; sus actuaciones deben reflejar el rechazo, la humillación, el deseo de libertad y deben exaltar placeres de la vida como el sexo, las drogas y el infundir miedo/respeto. Así pues, está obligado a mantenerse en contacto con sus raíces para legitimar su ascenso a una posición alta, en una realidad “opuesta”, en teoría. Debe permanecer “auténtico”, “fiel”, a pesar del dinero; su público (perteneciente a las clases más bajas) le permitirá y validará su ascenso personal, sólo a condición de no perder contacto con ellos.




¿Cómo suele manifestarse esa “autenticidad”? Se dice que una persona es the real deal cuando cumple con características específicas. En el caso masculino, tenemos las figuras del pimp, quien tiene a su servicio miles de mujeres, sabe jugar sus cartas, es despiadado y ostenta su poder sin tapujos; por otro lado tenemos el dawg, que sufrió terribles abusos, es un amigo leal, no teme morir en la calle, pero que también tiene una parte sensible. En el caso femenino, sólo tenemos un estereotipo: la hoe, apócope de whore (bueno, existe la honey, que es casi lo mismo, pero  más linda y un poco más querida), apelativo acuñado, claro está, por los hombres. El sexo suele ser la herramienta de este personaje para mostrar otras cualidades, ya sean actitud, inteligencia o codicia. (De hecho, el rito de iniciación en la mayoría de las pandillas para los hombres es ser golpeado por todos los miembros; para las mujeres, es acostarse con todos los que pueda).


Se piensa que la posibilidad de que un negro tenga éxito en la industria cultural es una clara manifestación de la "democracia americana". Sin embargo, a pesar de que, históricamente, los afroamericanos son autores y máximos exponentes de una extraordinaria y rica variedad de ritmos como el blues, el jazz, el swing, el R&B, el rock entre otros, hoy en día sólo el hip-hop o el rap son géneros que reflejan (desde lo "musical") ante el mundo la “verdadera” negridad del pueblo (no digo “negritud” porque tal término se refiere a movimientos literario-políticos y la confusión resultaría ofensiva). ¿Dónde quedan las aspiraciones del Movimiento por los Derechos Civiles? El mensaje es degradante y reductor, en  mi opinión. ¿Está bien si un negro se vuelve académico, artista, investigador o presidente, pero es mejor que cante y/o baile para triunfar porque es más "acorde con su naturaleza"?
Satirical Art by Pawel Kuczynski

Tal parece que la idea colonialista de siglos anteriores sobre el negro salvaje, brutal, sin alma y llevado sólo por sus instintos subsiste a través de los estereotipos mencionados más arriba. Aun cuando tiene una especie de consciencia de clase, desconoce el devenir histórico de su “raza”, lo cual lo encauza en un sueño iluso de superación individual*.  Pero si la autenticidad del negro radica en su marginalidad y orígenes violentos, entonces eso quiere decir que deben persistir las condiciones económicas y sociales para conservar esa aura; en vez de romper con el paradigma de discriminación o abuso, se le enseña al negro a desear su perpetuación (cosciente o insconscientemente) y así obtener la oportunidad de someter a otros a su voluntad. El sueño de una sociedad más justa ya no se explicita, sólo constituye una utópica charada que justifica el deseo de ascender en la jerarquía social.


*Muy deferente de varias corrientes del rap en Francia. En Marsella especialmente, la continua llegada de población africana y árabe, las políticas migratoria discriminantes y un fuerte deseo de justicia social hace que muchos artistas mezclen tradiciones con un claro mensaje de resistencia y denuncia (sin caer en lo panfletario).

jueves, 12 de abril de 2012

Breves impresiones sobre lo abstracto y lo posmoderno

He aquí un par de notas breves que escribí sobre piezas que -a mi juicio- explican de una manera muy clara lo que interpreto como arte posmoderno y arte abstracto (en un medio masivo como Deviantart, no me meteré con artistas canónicos ni nada por el estilo). Ambas entradas están escritas en inglés y cuentan con una galería complementaria.
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 HARDCORE POSTMODERNISM

    Many people have tried to define what postmodernism is. They have tried to characterized it by comparing it with modernism, by linking it with society, politics, art (l'art pour l'art and stuff), economics or just culture grosso modo.

    After reading lots of stuff about this subject from the perspective of philosophy, literature and aesthetics (Benjamin, Marcuse, Adorno & Horkheimer, Eco, Jauss, Huyssen and those guys) I've come to some sort of idea. Rather than try to explain it with words, I'll risk to stablish my point by just showing my collection.

    You see, when I picked this particular images, I thought that they must reflect a contradictory series of emotions and knowledge, all linked by desperation, cynicism, the absurd and a teeny tiny drop of hope in the future: for example, the masks which most of people think are necessary to survive in society, the contemplation of pain in other people and the silence about it; the pleasure in cruelty combined with the sensitivity of the little details, the hi-tech and the crescent loneliness, the questionable role of humans in the onthologycal category of existence... you know what I mean? All the things that surround us, the very world we live in and which we need ('cause it's a need, not just a wish) to express, to pervert, to twist, to reinvent by our own means.


You'll find pieces like these which will illustrate (I hope) my point:
Flooded subway - Murder by etwoo

Oh me... 2 by Evelyn182

Payne by 4degrees

Hey! WATCH IT! Or I'll abstract you!


Personally, I admit that I couldn't be able of expressing something just through shapes, shades and colors, that's why I just adore how these authors may say so many things without telling a story necessarily.

I'm not very sure, but my guess would be that abstract art is not as popular as concrete (sorry if this sounds weird, I don't know if that is the actual opposite:S) art, where there are people, landscapes or tangible situations from which one may draw a speciffic story and hold on to it. Of course, that's a very attractive and fun thing to do, but most of the times, it's also the easiest thing to do. With the abstract, I think, something else is required.

Now, it comes to my memories T. W. Adorno's aesthetic proposal about modern art (specifically, the avant-garde) in his AESTHETIC THEORY and, in an a more shallow way, in the INDUSTRIAL CULTURE (written with Horkheimer). If you have read it, you'll remember that his idea of real and actual art (in opposition to the massification of cultural products) is focused on a shocking art, a type of art that doesn't please the viewer but rather shakes him and force him to think and to reflect about the meaning. For him, a type of  art meant to be contemplated and/or to be enjoyed is a banal art, because it does the Evil Industry's work of numbing regular people up. Of course, this was the opinion of a very bitter man who was horrified by seeing the vertiginous, bright and "democratic" american way of life of the 20's, after being exiliated from Germany at the WWI.

Fortunately, Hans Robert Jauss came along for save the day. In his KLEINE APOLOGIE DES ÄSTHETISCHEN ERFAHRUNG he claims that art doesn't have to be shocking or unpleaseant to make people think. If you enjoy some piece of art (paint, music, literature, etc.) you also may reflect about its meaning and you can incorporate it to enrich you personal life. There's a tendency of numbing people in the cultural industry, there's no doubt about it -Jauss admits- but Adorno seems to forget that people are not just a passive receptacle of information, even the less instructed individual filters data and does whatever the hell he wants with it. And that's the foundation of the Reception Theory.

So, being said that, my motives to collect these and other pieces are the need of reflecting about them (and to feel because of them) while I look at them, whether they please me or confuse me or even displease me. I hope that, with this I make justice to the authors, to whom I pay my respects and admiration for their amazing work.


Where you may see various examples like:


Fractal 1000 by turon-marcano

Electro city by Clarissant

To the light by *kir-tat

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Como verán en cada texto, tengo mucha influencia de los Estudios Culturales, lo cual tal vez no coincida con los estudios de la Teoría del Arte en forma (¿quién sabe? No conozco en realidad nada al respecto). Finalmente, sólo es mi impresión. Pues, como sea, espero que también disfruten las imágenes compartidas en cada galería y, con suerte, les provoquen sacar sus propias conclusiones.

lunes, 2 de abril de 2012

OTROS AUTORES SOBRE EL ENSAYO: Anna Bundgaard


A continuación, transcribo algunos fragmentos de un artículo maravilloso, en mi opinión, acerca del ensayo. Dejo la referencia completa por si se les antoja darle una leída a todo el texto.
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EL GÉNERO ENSAYÍSTICO: ¿DISCURSO RETÓRICO O DISCURSO POÉTICO? por Anna Bundgaard
(En BERISTÍAN, Helena y Gerardo Ramírez Vidal (Comp.) (2010). Espacios de la retórica. Problemas filosóficos y literarios, México: UNAM-Instituto de Investigaciones Filológicas. (Bitácora de retórica, 27)).



-Sin embargo, predomina en la enunciación ensayística la actitud reflexiva comentativa y experiencial, pues, a diferencia de lo que ocurre en los textos ficcionales, en el ensayo se da en principio la identificación entre el sujeto de la enunciación, el del enunciado y el autor real. (p. 104).

-[…] el ensayista comparte sus puntos de vista sin pretender coaccionar. Aun siendo así, veremos que a éste lo que le interesa no es comunicar, sino experimentar, someter y someterse a prueba. (p. 104-105).

-[…] el mensaje lo es sólo en la medida que lo es en el lector.” (Citando a José Luis Gómez-Martínez, p. 108).


-[…] la forma es la materia, la ‘carne’ del ensayo, el espíritu, por el contrario, es su idea. (p. 108).


-El ensayo […] no se somete a convenciones y reglas previamente establecidas. […] El ensayo es la forma idónea para dar expresión a la interioridad de un sujeto que se pone a prueba mientras escribe. […] [Es] un tipo específico de discurso fuertemente individualizado, abierto y provisorio, que presenta la opinión o perspectiva de un sujeto oscilante en su discurrir entre la duda y la verdad. (p. 109).

-Éste [el autor implícito] enmascarado en el ‘yo’ explícito de la enunciación, con distancia irónica, estructura el texto, le da cohesión, perspectiva y dirección, distribuye las digresiones y desviaciones del discurso, mantiene el equilibrio entre la descripción y el análisis entre la argumentación orgánica y el razonamiento lógico. (p. 103).

-Pues el equilibrio entre lo intelectual y lo experimental, entre lo individual y lo universal, y entre la parte y el todo, no se logra fácilmente y se expresa todavía con mayor dificultad, a menos que el escritor de ensayos domine realmente el arte de las palabras. (p. 114).

-El ensayo no se simplifica, piensa la realidad en su complejidad, de ahí el método del rodeo, el divagar, las rupturas discursivas y la discontinuidad que lo caracterizan. En él se abrazan con la figura del oxímoron los contrarios: la utopía y la conciencia de límite, lo particular y lo general, el fragmento y el todo, el sentimiento y el pensamiento lógico, la vida y la cultura, la ciencia y la poesía, la palabra y el silencio. El ensayista se enfrenta al mundo con la confianza y espíritu lúdico del artista creador de mundos posibles, y de la no identidad. Cada ensayo es un empezar de nuevo, un laboratorio de experimentos, un gesto irónico que declina en silencio. (p. 115).

-Cada ensayo es un ‘lugar’, donde el ensayista siente, piensa y confiesa su pequeñez y su magnitud, divagando en un movimiento dinámico de oscilación rítmica que va de la parte al todo, de lo particular a lo universal. (p. 116).

-El ensayo, así entendido, contribuye a la comprensión a partir de la comunicación humanística, pues en ésta no se pretende demostrar erudición. (p. 117.)

-El silencio es la mayéutica del ensayista. (p.117).

-El sentimiento sublime del ensayista estaría también relacionado con la conciencia de que el silencio, debido a lo indecible del mundo, es consustancial al ser humano. (p. 117).